El sector audiovisual valenciano esta fuertemente ligado a
la estructura de RTVV y se ha visto gravemente afectado por los problemas que
está teniendo esta entidad. Estos problemas vienen derivados de 3 focos: la
situación de la radiotelevisión pública valenciana, el conflicto por las
emisiones de TV3 en territorio valenciano y el despliegue de la TDT.
A lo largo de su trayectoria RTVV se ha visto afectada por
dos problemas muy grandes como son la financiación y la instrumentalización,
siendo utilizada la televisión pública como un medio para los intereses de los
poderes políticos y encadenando elevadas pérdidas año tras año como resultado
de su actividad.
Se observa que hay una gran cantidad de personas que demandan TV3 debido a la calidad de sus contenidos. Al fin y al cabo es una televisión pública y por ello deberían de atender a lo que demanda la gente. En canal 9 hay un gran problema de audiencia. Sus informativos carecen de información objetiva y se basan en noticias anecdóticas y de poca relevancia que camuflan lo que realmente está ocurriendo. En general no todos sus programas son malos, pero el balance global es negativo, lo que le lleva a una pérdida de audiencia progresiva.
RTVV nació con el objetivo prioritario de recuperar el valenciano y garantizar el derecho de los valencianos a ser informados en esta lengua. En el fondo la lengua no es el problema, pero los contenidos son de poca calidad. Nosotros apoyamos que el hecho de hablar varios idiomas sí que es una estrategia de diferenciación.
A todos los problemas citados anteriormente hay que sumarle la imagen negativa de decir: "Yo veo canal 9". La gente concibe canal 9 como canal basura. Se hace necesaria realizar una campaña de cambio de imagen. Cambiar el nombre, las caras...limpiar la imagen.
La situación económica del sector se ha visto muy acusada
debido a su fuerte dependencia de RTVV, ya que muchas de las empresas del
sector han tenido durante todo este tiempo como único cliente a RTVV. Por lo tanto se han visto obligados a
invertir el modelo de producción, arriesgando sin contar con las ayudas
públicas, optimizando los recursos, buscando financiación privada y generando
empleo por cuenta propia.
Este sector, el audiovisual, es un sector atomizado formado
por microempresas y con multitud de profesionales autónomos. Los profesionales
del sector valenciano están buscando vías de escape hacia Madrid y Barcelona
dado que hay mas trabajo en esas ciudades, produciéndose de esta forma una fuga
de talentos. Hablamos de un sector
que genera un empleo inestable, que se basa sobretodo en el
mantenimiento de los puestos de trabajo mientras dura el proyecto y una vez
finaliza se inicia otro proyecto. Los datos reflejan que en la actualidad el
mercado de trabajo sería incapaz de asumir la totalidad de los titulados que
finalizan los estudios universitarios relacionados con el sector audiovisual,
lo que provoca que muchos de ellos acaben realizando trabajos muy alejados de los
puestos para los que han sido preparados.
Por otra parte, existen iniciativas que apoyan y fomentan el audiovisual. En general todos estamos de acuerdo con ellas, sin embargo no se ve el reflejo del resultado de los concursos.